Director: Laurent Cantet
Intérpretes:
François Bégaudeau, nassim Amrabt, Laura Baquela, Cherif Bounaïdja
Rachedi, Juliette Demaille
Productor:
Haut et Court
Guión: François Bégaudeau (escritor
de la novela original), Robin Campillo, Laurent Cantet
Fotografía: Pierre Milon
Año de producción:2008
Nos encontramos como bien dice su
titulo orginal “Entre los muros” creados por François Bégaudeau
en su novela original y adaptada a la gran pantalla por Laurent
Cantet.
La multiculturalidad es la actual
realidad de cualquier capital europea y más siendo un epicentro como
es el caso de París. Nos situamos en una escuela de un barrio
marginal de la capital francesa. El año escolar está empezando,
todo está a punto. El engranaje está recibiendo sus últimos
retoques: se limpian las mesas, los profesores se reparten sus
clases, se establecen los horarios... Se nos presenta un mundo
completamente ordenado que sucumbirá al más absoluto caos con la
aparición de la otra cara de la moneda: los alumnos.
Si una clase de adolescentes puede
llegar a ser complicada, aún más si están compuestos por alumnos
tan diferentes como ocurre en este caso. La clase no se convertirá
en un lugar de intercambio cultural sino en un campo de batalla en el
que las bombas pueden estallar en cualquier momento. Nos sorprende en
ocasiones el temple del profesor de lengua francesa, interpretado por
el mismo escritor de la novela original.
Conviviremos de cerca con toda clase de
conflictos que nos aterraran a partes iguales que nos harán reír.
Pero está película no nos ofrecerá más que los sucesos acaecidos
en este aula durante el curso escolar. No será más que un diario de
abordo en imágenes de lo que será el día a día tanto para alumnos
como para profesores, la dos caras opuestas de esta moneda que no
hace más que girar sin dejar ganar a ninguna de las dos partes
implicadas.
Al terminar el curso, los alumnos
afirman haber aprendido algunas cosas, pero muchos de ellos enuncian
no haber aprendido nada, de hecho algunos han aprendido más fuera de
los muros del aula, es el caso de Esmeralda que afirma haber leído
“La República” de Platón. La clase acaba con sus sillas vacías,
los niños juegan en el patio junto a los profesores y solo los
podemos oír de fondo. El vacío del aula nos atravesará como una
daga fría dejándonos ante el sabor agridulce de que la guerra ha
acabado y como todas, no ha servido para casi nada.
François Bégaudeau, nuestro heroico
profesor de lengua francesa fue durante unos cuantos años director y
profesor en una escuela de París. Será ahí donde nacerá la novela
“Entre les murs”. Laurent Cantet se ocupará de hacer los honores
de crear la película en base de la novela y junto al escritor y a
Robin Campillo crearán el guión en el que se asienta el filme. El
proceso de rodaje será breve pero intenso, con un trabajo extenuante
de ensayo anterior. La clase está filmada en 7 semanas en un colegio
real de París con 3 cámaras HD al hombro: una para las réplicas,
otra para las contrarréplicas y la última para reacciones
secundarias. La joya de la corona de esta película reside en la
natural y humana interpretación de sus actores. Para ello, Cantet
seleccionó a 50 jóvenes sin experiencia en la interpretación y
estuvo trabajando semanas y semanas en posibles situaciones para
observar sus reacciones, de aquí emergieron 25 seleccionados que
llenarán el aula que se nos presenta en esta cinta.
El profesor se represent tanto como un
héroe como un ser humano más con sus defectos y debilidades, sobre
todo al cometer errores como insultar al alumnado. Las situaciones lo
llevan al borde del precipicio cada día. Hay un choque entre el
profesor y los alumnos, en la mayoría de los casos ocasionados por
la imposibilidad del primero en llegar a la realidad de sus pupilos.
Los alumnos por su parte, que nos sorprenden con sus naturalidad,
acuden cada día a clase para desfogar sus miedos e iras haciéndole
imposible e ardua la tarea al profesor. En vez de centrarse en
interiorizar los conocimientos se ocuparán de refutarlos como el
episodio del subjuntivo: “Para que vamos a aprender a usarlo si eso
ya no lo usa nadie”. La mayoría tiene problemas para comunicarse
correctamente en francés, la asignatura no será nada fácil de
impartir.
Nos encontramos ante una imagen casi
sin tratar y grabada al hombro que nos hace ser conscientes en
ocasiones que alguien está grabando debido al movimiento de la
imagen. Todo esto consigue darle un toque de más realismo, si ya la
interpretación lo conseguía, a la película. Se nos presenta casi
como una obra de cine documental. Su austeridad será totalmente
evidente en el hecho de que no hay música, ni siquiera en los
créditos.
No nos extraña en absoluto que esta
obra se llevará la Palma de Oro, pero no el Óscar al que también
aspiró en nominación. No estamos ante una película fácil de
seguir, basada completamente en el diálogo, pero de una calidad que
la Palma de Oro siempre ha conllevado.
La clase no acaba cuando la película
llega a sus créditos y las luces de la sala se encienden. La clase
consigue que sigamos con ella en la cabeza luego. Nos hace
cuestionarnos el sistema educativo que creemos tan acertado. Ese
sistema que más que formar en este caso parece solo servir para
fomentar la desigualdad. Hace que nos planteemos donde están los
límites, hasta donde llega la educación en la escuela y hasta donde
llega la educación que debe ser ejercida por los padres. Entre los
muros parece ser solo una jaula donde los alumnos no llegan a
comprender nada útil para sus vidas, unas vidas que se apartan de lo
que la escuela intenta enseñar. Dos mundos opuestos que parecen
darse la espalda desde septiembre hasta junio y luego, vuelta a
empezar.
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