miércoles, 4 de abril de 2012

La clase (Entre les murs)


Director: Laurent Cantet
Intérpretes: François Bégaudeau, nassim Amrabt, Laura Baquela, Cherif Bounaïdja Rachedi, Juliette Demaille
Productor: Haut et Court
Guión: François Bégaudeau (escritor de la novela original), Robin Campillo, Laurent Cantet
Fotografía: Pierre Milon
Año de producción:2008




Nos encontramos como bien dice su titulo orginal “Entre los muros” creados por François Bégaudeau en su novela original y adaptada a la gran pantalla por Laurent Cantet.

La multiculturalidad es la actual realidad de cualquier capital europea y más siendo un epicentro como es el caso de París. Nos situamos en una escuela de un barrio marginal de la capital francesa. El año escolar está empezando, todo está a punto. El engranaje está recibiendo sus últimos retoques: se limpian las mesas, los profesores se reparten sus clases, se establecen los horarios... Se nos presenta un mundo completamente ordenado que sucumbirá al más absoluto caos con la aparición de la otra cara de la moneda: los alumnos.

Si una clase de adolescentes puede llegar a ser complicada, aún más si están compuestos por alumnos tan diferentes como ocurre en este caso. La clase no se convertirá en un lugar de intercambio cultural sino en un campo de batalla en el que las bombas pueden estallar en cualquier momento. Nos sorprende en ocasiones el temple del profesor de lengua francesa, interpretado por el mismo escritor de la novela original.

Conviviremos de cerca con toda clase de conflictos que nos aterraran a partes iguales que nos harán reír. Pero está película no nos ofrecerá más que los sucesos acaecidos en este aula durante el curso escolar. No será más que un diario de abordo en imágenes de lo que será el día a día tanto para alumnos como para profesores, la dos caras opuestas de esta moneda que no hace más que girar sin dejar ganar a ninguna de las dos partes implicadas.

Al terminar el curso, los alumnos afirman haber aprendido algunas cosas, pero muchos de ellos enuncian no haber aprendido nada, de hecho algunos han aprendido más fuera de los muros del aula, es el caso de Esmeralda que afirma haber leído “La República” de Platón. La clase acaba con sus sillas vacías, los niños juegan en el patio junto a los profesores y solo los podemos oír de fondo. El vacío del aula nos atravesará como una daga fría dejándonos ante el sabor agridulce de que la guerra ha acabado y como todas, no ha servido para casi nada.



François Bégaudeau, nuestro heroico profesor de lengua francesa fue durante unos cuantos años director y profesor en una escuela de París. Será ahí donde nacerá la novela “Entre les murs”. Laurent Cantet se ocupará de hacer los honores de crear la película en base de la novela y junto al escritor y a Robin Campillo crearán el guión en el que se asienta el filme. El proceso de rodaje será breve pero intenso, con un trabajo extenuante de ensayo anterior. La clase está filmada en 7 semanas en un colegio real de París con 3 cámaras HD al hombro: una para las réplicas, otra para las contrarréplicas y la última para reacciones secundarias. La joya de la corona de esta película reside en la natural y humana interpretación de sus actores. Para ello, Cantet seleccionó a 50 jóvenes sin experiencia en la interpretación y estuvo trabajando semanas y semanas en posibles situaciones para observar sus reacciones, de aquí emergieron 25 seleccionados que llenarán el aula que se nos presenta en esta cinta.

El profesor se represent tanto como un héroe como un ser humano más con sus defectos y debilidades, sobre todo al cometer errores como insultar al alumnado. Las situaciones lo llevan al borde del precipicio cada día. Hay un choque entre el profesor y los alumnos, en la mayoría de los casos ocasionados por la imposibilidad del primero en llegar a la realidad de sus pupilos. Los alumnos por su parte, que nos sorprenden con sus naturalidad, acuden cada día a clase para desfogar sus miedos e iras haciéndole imposible e ardua la tarea al profesor. En vez de centrarse en interiorizar los conocimientos se ocuparán de refutarlos como el episodio del subjuntivo: “Para que vamos a aprender a usarlo si eso ya no lo usa nadie”. La mayoría tiene problemas para comunicarse correctamente en francés, la asignatura no será nada fácil de impartir.



Nos encontramos ante una imagen casi sin tratar y grabada al hombro que nos hace ser conscientes en ocasiones que alguien está grabando debido al movimiento de la imagen. Todo esto consigue darle un toque de más realismo, si ya la interpretación lo conseguía, a la película. Se nos presenta casi como una obra de cine documental. Su austeridad será totalmente evidente en el hecho de que no hay música, ni siquiera en los créditos.

No nos extraña en absoluto que esta obra se llevará la Palma de Oro, pero no el Óscar al que también aspiró en nominación. No estamos ante una película fácil de seguir, basada completamente en el diálogo, pero de una calidad que la Palma de Oro siempre ha conllevado.

La clase no acaba cuando la película llega a sus créditos y las luces de la sala se encienden. La clase consigue que sigamos con ella en la cabeza luego. Nos hace cuestionarnos el sistema educativo que creemos tan acertado. Ese sistema que más que formar en este caso parece solo servir para fomentar la desigualdad. Hace que nos planteemos donde están los límites, hasta donde llega la educación en la escuela y hasta donde llega la educación que debe ser ejercida por los padres. Entre los muros parece ser solo una jaula donde los alumnos no llegan a comprender nada útil para sus vidas, unas vidas que se apartan de lo que la escuela intenta enseñar. Dos mundos opuestos que parecen darse la espalda desde septiembre hasta junio y luego, vuelta a empezar.


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