Director: Francis Ford Coppola
Intérpretes: Val
Kilmer, Bruce Dern, Elle Fanning, Ben Chaplin, Anthony Fusco, Alden
Ehrenreich, Tom Waits, David Paymer, Joanne Whalley, Don Novello
Productor:
America Zoetrope
Música: Dan
Deacon
Guión: Francis
Ford Coppola
Fotografía:
Mihai Malaimare
Año
de producción: 2011
Vampiros,
sí vampiros. ¿Pero como los de Drácula? No. Francis Ford Coppola
se ha olvidado de su Drácula en Twixt.
Demasiadas
campanadas en Swan Valley
Baltimore
es un escritor en gira de promoción de su último libro. Su
siguiente parada es el pueblo de Swan Valley. Sentado tras una simple
mesa casi sin hacer nada, en una librería que hace la misma función
que ferretería y supermercado, Baltimore se nos presentará como un
ser al borde del precipicio señalado por un cartel de rebajas a
19,99 dolares. Nadie parece conocer al escritor en aquel perdido
pueblo, excepto el sherrif que además de conocer su obra y carrera
le hace la proposición de crear algo juntos basándose en las
historias de asesinatos que rondan por el pueblo. Baltimore se niega
en primera instancia, pero el sheriff conseguirá convencerlo
mostrándole un cadáver de un asesinato que atribuye a unos chicos
“demoníacos” que viven al otro lado del lago. La amenaza de su
esposa ante la posible venta de su copia manuscrita de Hojas de
Hierba, de Walt Whitman para acabar con las deudas que tienen, le
hace actuar frenéticamente e intentar vender la historia de los
asesinatos a su editor. De esta manera Baltimore se sumerge en la
historia pasada y presente de Swam Valley y de su misterioso hotel.
Empieza a bifurcarse la historia en dos mundos: el mundo verdadero de
Swam Valley y el soñado por Baltimore. A través de su tragedia con
la muerte de su hija adolescente en un accidente de barca conseguirá
implicarse más con el asesinato de una chica bella del pueblo. Un
personaje más se unirá a su mundo soñado, Edgar Allan Poe, que se
dedicará a iluminarle las situaciones y que permanece con él en el
puesto de espectador. Al final, se descubrirá que casi todos los
personajes están implicados en una trama bastante satánica y
sangrienta relacionada con la muerte de niños inocentes que llevará
al éxito literario al mismísimo Baltimore.
¿Qué
vampiro ha mordido a Coppola?
Puede
que lo que más sorprenda de toda esta cinta de 90 minutos, sea el
primer crédito tras su título al final, donde vemos un dirigido y
escrito por Francis Ford Coppola. Es cierto, que no debemos caer en
un sentimiento de nostalgia por obras como El padrino o
Apocalypse now, pero poco hay entre el Coppola de entonces y
el de ahora. La historia es un cuento que ha escrito el propio
Coppola y que ha realizado con su propia productora America Zoetrope.
Al tratar de vampiros es inevitable echar la vista atrás hacia su
adaptación de Drácula para concretar que solo tienen en
común una utilización de planos muy sujetos al movimiento y una
elaboración muy fantasiosa de los edificios y los paisajes nocturnos
cuajados de estrellas. También nos recuerda a obras fantasiosas como
Sleepy Hollow de Tim Burton. Remitiéndonos al hecho de que no
debemos caer en un fanática nostalgia por los tiempos pasados,
debemos alabar el intento de Coppola por adaptarse al nuevo mundo
digital del cine con obras como esta. Pero si es cierto que me veo en
la obligación de señalar que la película se acerca en ocasiones a
la tipología de telefilme, con una banda sonora que pone los pelos
como escarpias, un uso exagerado y demasiado notable del croma, unos
giros de la cámara sobre la grúa que nos despistan y confunden y
algunos efectos visuales que chirrían molestamente como el salto de
la moto de Flamenco al rescatar a Victoria. Al ver el título y la
tipología del mismo me recordó al título de Twilight, la afamada
saga de vampiros-modelos. No sé si Coppola ha visto alguna de la
saga y ha decidido unirse al carro de la recuperación del género de
vámpiros creando Twixt.
No
todo son aspectos negativos, al fin y al cabo, Coppola está detrás.
De ese modo, podemos destacar una iluminación nocturna muy lograda,
sobre todo en las escenas de trance, en las que se hace un uso del
blanco y negro dejando algunos toques de color como el rojo para la
sangre o el amarillo para la lámpara de Poe. También encontramos
efectos digitales realmente innovadores, como la ralentización de
algunos planos a gran calidad de imagen como cuando echan vino en
alguna copa que nos recuerda a una estética virtual cercana al
videojuego. Otro tema a destacar es toda la simbología que tiene la
película, ejemplos como el paso de la serpiente signo del mal en las
escenas demoníacas o cuando el vino y la sangre en ocasiones se
confunden. Todo ello se completa con un buen uso de la cámara como
en la presentación del pueblo mediante un travelling.
El
cuadro se completa con la actuación de unos actores no muy
reconocidos actualmente. Nos reencontramos con Val Kilmer que se
dedica a mostrarnos a un escritor realmente frustrado, en ocasiones
mirando directamente a la cámara, que pasa muchas horas delante de
su ordenador ya sea intentando escribir más de una frase mediante
método poco ortodoxos como la saturación de medicinas o el uso
excesivo del alcohol, alternándolo con peleas por la webcam con su
mujer. Y debemos admitir que disfrutamos con la actuación de la
joven Ellen Fanning que viene de actuar con extraterrestres y zombies
en Super 8, para seguir con los entes sobrenaturales en Twixt.
Puede
que un posible fallo sea que Twixt nos haga reír en momentos que
debería asustarnos. Es cierto que ya con Tetro, todo el mundo se
llevo las manos a la cabeza con las últimas creaciones de Coppola.
Esta no va a ser una excepción. Ni el pobre Edgar Allan Poe va poder
dar un poco de luz a esta historia con su tililante farol digital.